La pareja afirmó haber sido secuestrada por Corea del Norte y mantenida cautiva allí, donde se vieron obligadas a contribuir al desarrollo cinematográfico del país. Dijeron que Kim Jong-il, hijo del fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung, fue quien ordenó su secuestro.
¿Quienes son Choi Eun-hee y Shin Sang-ok?
Choi fue una de las mayores superestrellas de la gran pantalla en la era posterior a la Guerra de Corea, e incluso acompañó a Marilyn Monroe cuando visitó Corea del Sur en 1954 para actuar ante los soldados estadounidenses desplegados allí. Ganó el premio a la mejor actriz en tres ocasiones en los Premios de Cine Buil, entre 1959 y 1966, uno de los premios cinematográficos locales más prestigiosos de la época. Mientas que Shin fue uno de los directores más destacados del cine surcoreano. Sus películas ganaron premios a la mejor película y al mejor director a nivel local, además de múltiples premios a la mejor dirección en el Festival de Cine de Asia-Pacífico, entonces llamado Festival de Cine de Asia.
Shin Film, un estudio cinematográfico que fundó en 1960, fue el primer gran estudio cinematográfico del país que contaba con personal de rodaje, actores y producción a tiempo completo. Shin contrataba a los mejores actores de la época con contratos exclusivos, y su estudio llegó a producir hasta 28 películas al año. No solo se encontraban entre las personas más influyentes del cine surcoreano de la época, sino que también mantenían una compleja relación que incluía relaciones extramatrimoniales e hijos fuera del matrimonio. Ellos dos se involucraron sentimentalmente en 1953, y culminaron su matrimonio en 1976.
, figuras sospechosas se acercaron a la pareja y afirmaron querer financiar su próximo proyecto. Posteriormente, resultaron ser agentes norcoreanos que trabajaban bajo las órdenes de Kim Jong-il, entonces heredero del líder Kim Il-sung. De los dos, Choi fue la primera en ser llevada al Norte desde Hong Kong en 1978.
A finales de 1977 Choi Eun-hee recibió una propuesta para participar en una película en Hong Kong aparte de la posibilidad de dirigir una academia de interpretación. Una ofera demasiado buena que no podía rechazar, incluso con el beneplácito de su marido. Sin embargo, la oferta resultó ser falsa y en cuanto llegó a Repulse Bay, en Hong Kong, fue raptada por los norcoreanos.
El 22 de enero de 1978 llegó a Namp’o, una ciudad de Corea del Norte. Posteriormente, sería alojada en una villa lujosa llamada Edificio N.1. Las autoridades le mostraron a la actriz Pyongyang y varios puntos considerados turísticos, como el lugar de nacimiento de Kim Il-sung, aparte de varios museos de la ciudad. En cuanto al ocio lúdico, Kim Jong-il la llevó a ver películas, óperas, musicales y a otras fiestas donde aprovecharía para hablar de cine con ella. Posteriormente, descubriría que fue utilizada como cebo para capturar a Shin Sang-ok.
Shin, con el presentimiento de que algo andaba mal, siguió los pasos de su exesposa hasta Hong Kong para encontrarla. Los espías ya estaban controlando sus pasos y también fue secuestrado en julio de ese año. Fue llevado a Corea del Norte inmediatamente, con su esposa.
Mientras estuvieron cautivas en el Norte, la pareja reavivó su amor. Choi diría más tarde que el viaje de Shin a Hong Kong en su busca hizo desaparecer todo su resentimiento y rabia por las supuestas múltiples aventuras de su marido.
Aunque Kim Jong-il nunca reveló sus motivaciones, se especuló ampliamente que Kim, un conocido cinéfilo, lo hizo para desarrollar la industria cinematográfica norcoreana. Era un gran apasionado del cine y no era la primera vez que intentaba secuestrar a personal cinematográfico surcoreano para ayudar a que la industria cinematográfica norcoreana creciera.
A finales de 1977, Yoon Jung-hee, considerada una de las mejores actrices coreanas de todos los tiempos, y su esposo, el pianista Paik Kun-woo, estuvieron a punto de ser secuestrados por Corea del Norte. Posteriormente se reveló que el incidente fue un complot bajo las órdenes de Kim. Un documento de 1984 de la agencia secreta de Corea del Sur, revelado en 2018 por los medios surcoreanos, mostró que, tras fracasar en su intento de secuestrar a Yoon y a su esposo, el heredero norcoreano decidió secuestrar a Choi. Ella era otra de sus actrices favoritas, pues tenía el "aspecto de una coreana ejemplar", según el documento.
Los secuestros norcoreanos no eran raros en aquella época, y no siempre se trataba de celebridades. En una entrada anterior hablé más a fondo de los secuestros del Norte en China, Japón y otros países.
En el caso de Shin y Choi, el objetivo era claro: fomentar el cine norcoreano, compuesto mayoritariamente por propaganda ideológica. La pareja rodaría 7 películas durante su estancia en el país y se les dio carta blanca en su trabajo.
Cuando llegaron, a ambos se les mostró la vasta filmoteca personal de Kim, la cual estaba compuesta con más de 15.000 películas internacionales. A estos se les ordenó a que visionasen y criticasen cuatro películas por día. La mayor parte de las producciones eran originarias de Rusia, aunque también se podía encontrar producciones hollywoodienses. Tanto Shin como Choi sintieron respeto por los conocimientos que tenía el dictador sobre el cine. Poco tiempo después, Kim declaró que quería que Shin dirigiese un filme y llevarlo a un festival internacional. De hecho, tuvo un puesto en los Estudios Choson Film de Pyongyang.
A pesar de las comodidades ofrecidas para la pareja, a las que se les trató bien en su estancia, Shin intentó escapar en dos ocasiones, siendo enviado a un campo de internamiento por desobediencia. El 23 de febrero de 1983 recibió una carta en la que señalaba que iba a ser excarcelado. El 7 de marzo del mismo año se reencontró con Choi en una fiesta organizada por Kim Jong-il.
Consciente de que la propaganda interna de sus películas no atraían el interés del público extranjero ni de los festivales, Kim permitió que Shin abordase los temas más idóneos. A partir del 20 de octubre de 1983 se puso a trabajar con fondos ilimitados. Y aunque sus primeros trabajos pasaron sin pena ni gloria, finalmente, obtuvieron un premio para cada uno en un festival de Checoslovaquia por Pulgasari, una película inspirada en el mítico Godzilla, que curiosamente, fue la última que rodaron.
La película está ambientada en Corea del Norte en la era de la Dinastía Goryeo (entre los años 918 y 1392). En el filme, un campesino en sus últimos momentos de vida, crea un muñeco similar a una lagartija hecho con arroz para su hija Ami, con el deseo de un mañana mejor para su familia y el pueblo. Tras el fallecimiento de este en la cárcel, su hija guarda el muñeco como recuerdo de su padre hasta que un día cae una gota de sangre de Ami sobre el muñeco de arroz, hecho que le da vida, empezando a comer todo el metal que encuentra, haciéndose cada vez más grande. Pulgasari, tal es el nombre del monstruo, empieza pronto a defender los ideales del pueblo, enfrentándose contra las tropas del rey de la dinastía hasta terminar por liderar una batalla final del pueblo contra el imperio.
Esta se trata posiblemente de la película norcoreana más famosa jamás hecha. Fue supervisada en todo momento por Kim Jong-il (como la mayoría de las que se rodaron entonces), cuyo nombre quiso también que figurase en los créditos de la misma como productor ejecutivo, contando con la participación de hasta 10.000 soldados de su ejército como extras de las multitudinarias batallas que ocurren a lo largo de la película.
Pulgasari fue, de hecho, una nueva versión de la película surcoreana de 1962 de Kim Myeong-je, Bulgasari. La película de 1962, que ahora se considera perdida, fue la primera película coreana en el género kaiju (monstruo gigante). La película contó con apoyo de personal chino y japonés, así como algunas localizaciones de la película fueron rodadas en China. Incluso Kenpachiro Satsuma, actor japonés de Godzilla, fue engañado para participar en la película. Él comentó que Shin estaba a menudo ausente y apenas le vió durante el rodaje, pues estaba pensando en su huida definitiva del país.
La difusión de la misma fuera de Corea del Norte fue escasa, obteniendo pocas puntuaciones en las principales páginas de referencia. Una película de monstruos cutre con efectos anticuados para los años 80, pero para Kim era un orgullo y una obra maestra.
Todas las películas en las que trabajaron Shin y Choi en Corea del Norte fueron prohibidas tras su huida, y Shin y Choi fueron eliminados de todos los créditos. Según el obituario de Shin, las siete películas que Shin dirigió en Corea del Norte se consideran hitos en la historia del cine coreano, especialmente Pulgasari , ya que más tarde se convirtió en la primera película norcoreana en proyectarse en los cines de Corea del Sur. De hecho, no está claro que Pulgasari se haya estrenado en Corea del Norte finalmente.
Después de terminar Pulgasari, los dos estaban en conversaciones con Kim sobre otra película cuando hicieron un viaje a Viena en 1986. Kim había solicitado que Choi y Shin viajaran a la ciudad austriaca para encontrar a alguien que financiara una película biográfica sobre Genghis Khan. Allí Shin llamó a un conocido suyo, un reportero de Kyodo News en Japón, para un almuerzo. Mientras viajaban en taxi camino a la reunión, Shin le dijo al conductor que se dirigiera directamente a la Embajada de Estados Unidos y le comentó al reportero de Kyodo que no era socialista. Dijo que quería "vivir tranquilamente en Occidente" y que ya había contactado con la Embajada de Estados Unidos. La pareja parecía nerviosa y miraba hacia atrás constantemente. Shin le contó al reportero que Corea del Norte los vigilaba a él y a su esposa cada vez que iban a Occidente.
Tras unos tensos momentos, el coche llegó a su destino y sus pasajeros entraron corriendo al edificio. Por fin eran libres. El Korea Herald informó que Seúl "elogia la deserción de la pareja y pide a Estados Unidos un manejo adecuado". El gobierno estadounidense parecían contener su deseo de que Washington devolviera a la pareja a Corea del Sur, y Seúl expresó su intención de trabajar para el regreso de la pareja. La portada de The Herald también estaba repleta de artículos sobre cómo el Departamento de Estado de EE. UU. declaró que su asistencia a la pareja no equivalía a concederles asilo político, cómo se encontraban bajo custodia en EE.UU. y los detalles de su audaz escape.
Corea del Norte emitió un comunicado negando las acusaciones de secuestro de Shin y Choi y, en cambio, sostuvo que ambos desertaron voluntariamente a Corea del Norte y afirmaron haber malversado una gran cantidad de dinero norcoreano destinado a financiar la película de Gengis Kan. Lo que no sabían es que la pareja había grabado varias conversaciones en secreto con Kim Jong Il para tener pruebas de que no habían abandonado Corea del Sur voluntariamente. En una conversación grabada el 19 de octubre de 1983, Kim habló abiertamente sobre su plan para secuestrar a Shin y Choi.
Lo irónico fue que los medios de comunicación coreanos guardaron silencio durante días tras el informe exclusivo de Kyodo del 15 de marzo de ese año. Esto se debió al control mediático del gobierno de Seúl, que exigía su silencio; en aquel entonces, el dictador militar Chun Doo-hwan aún estaba en el poder. Fue solo tras el anuncio oficial de Washington que Seúl retiró la mordaza. Esta no era la primera vez que el gobierno controlaba los medios de comunicación. El secuestro inicial de la pareja en 1978 no llegó a los titulares, ya que la administración del entonces presidente Park Chung-hee ,otro dictador de mano dura, no divulgó información al respecto. No fue hasta 1984 que el público supo que se encontraban en el Norte. Durante décadas, la pareja estuvo atormentada por rumores maliciosos, principalmente el que afirmaba que habían desertado al Norte por voluntad propia.
En 1989, la pareja Shin-Choi visitó Corea del Sur a petición del gobierno de Roh Tae-woo, donde fueron interrogados sobre los detalles de su secuestro. Las autoridades investigaron a la pareja y concluyeron que, efectivamente, fueron llevados al Norte contra su voluntad. La pareja continuó viviendo en Los Ángeles bajo la protección de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos antes de mudarse definitivamente a Corea del Sur en 1999. Las dos Coreas celebraron su primera cumbre al año siguiente. Después de obtener asilo político, Shin continuó trabajando en la industria cinematográfica estadounidense bajo el seudónimo Simon Sheen, antes de regresar a Corea del Sur.
En una entrevista de 2009, Choi afirmó que Kim Jong-il sentía una gran pasión por el arte y un gran interés por el cine. A pesar del apoyo y el éxito del dictador, dijo, la pareja estaba harta de Corea del Norte, harta del constante espionaje y represión del régimen autoritario. Nunca tuvieron intención de quedarse allí y su éxodo era inminente. Era solo cuestión de cuándo y dónde. "Odiaba el comunismo, pero tenía que fingir que me devotaba de él, para escapar de esta república estéril", recordó Shin en una entrevista de 2003.
Finalmente Choi moriría en 2018, mientras que Shin, en 2006.