Larry Ray y el culto sexual de la universidad Sarah Lawrence

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De vez en cuando suceden cosas extrañas en el mundo, la que nos ocupa, sin duda, merecía una entrada. Un caso que nos advierte sobre el control mental que las personas pueden ejercer sobre otras y su modus operandi. En este post detallaremos un culto desquiciado que un padre formó en un campus universitario mientras vivía en el dormitorio de su hija. El culto iniciado por Lawrence "Larry" Ray.

Lawrence Ray es un conocido estafador de Nueva York que tiene fuertes vínculos con el ex comisionado del Departamento de Policía. Su pasado es turbio pero, además de pasar tiempo tras las rejas por su papel en una estafa de fraude de valores, ha trabajado en Wall Street, en clubes nocturnos, ha sido un informante del FBI y se ha insertado en redes poderosas mediante reuniones de intermediación. Todo un estafador ha sido acusado de múltiples delitos.

Después de ser liberado de la prisión en 2010, luego de un encarcelamiento de seis meses por incumplir los términos de su acuerdo de custodia con su ex esposa, se mudó al dormitorio universitario de su hija Talia mientras ella estudiaba en el Sarah Lawrence College en Bronxville, Nueva York.

Larry

Durante los siguientes cuatro años, separó a ella y a sus amigas y las manipuló para que hicieran supuestos escenarios que incluyen múltiples intentos de suicidio, sexo frente a él y autolesiones.

Los problemas comenzaron en septiembre de 2010, cuando Ray comenzó a dormir en la habitación de su hija, alegando que lo necesitaba porque estaba pasando por una ruptura. Al principio, Ray cautivó a Talia y a sus compañeros cocinando y ocasionalmente sacándolos a cenar, pagando las salidas con un fajo de efectivo que llevaba en una mochila, e incluso limpiando. Dormía en un colchón de aire en la habitación de Talia, pero en poco tiempo dormía en la misma habitación que Isabella, la mejor amiga de su hija de 19 años, que estaba pasando por una ruptura y él le decía que la necesitaba en esos momentos duros.

Poco a poco, comenzó a ejercer el control sobre el grupo. De acuerdo con algunos de los antiguos compañeros de habitación, Ray los involucró a todos en lo que él llamó un programa de "superación personal". Pronto les involucró a participar en "sesiones" grupales donde él los aconsejaría y les diría que habían sido reunidos por su obsesión compartida con el suicidio. Una de ellas era que tuvieran que explicar su comportamiento pasado. Al parecer, también los obligó a pagar miles de dólares por esas sesiones y otros consejos, ya que mantendría sesiones psicológicas en las que ofrecería sus experiencias, que solían terminar en situaciones estresantes. Estas sesiones de terapia y asesoramiento fue la principal causa del control mental que comenzó a ejercer sobre su hija y sus compañeros.

Esto llevó a problemas. Por ejemplo, una de las alumnas le dijo a sus padres que se suicidaría a menos que pudieran obtener el dinero que le debía a Ray. La familia le dio $ 200,000 durante tres años. Sesiones conjuntas en las que hablaban de filosofía y contaban secretos de sus vidas fueron comunes.
Mientras tanto otras personas fueron incorporadas al grupo por los ya "miembros", muchas veces separándolos de su familia y otros amigos para evitar problemas. Un comportamiento clásico de los líderes de cultos y sectas.

Todo parecía idílico en la universidad Sarah Lawrence...

Las cosas fueron cambiando y se fue mostrando la verdadera naturaleza de Ray, obligando a sus seguidores a cosas más obscenas. Por ejemplo, forzó a un alumno a mantener relaciones sexuales con Isabella, frente a él, en múltiples ocasiones y una vez invitó a un amigo a verlo, convenció a otra alumna de que era esquizofrénica, sembró comportamientos suicidas en muchos otros y obligó a otra alumna a prostituirse para pagar una deuda que creía que le debía. Entre otras cosas.

Uno de esos alumnos que tenía controlado, Daniel, salió del grupo después de un presunto incidente perturbador en el que, según él, le dijeron que se pusiera un vestido y se sodomizara con un consolador frente al grupo mientras se reían. Otros, sin embargo, se quedaron. En el transcurso de su amistad, tres de las mujeres del grupo, Claudia, Isabella y Yalitza, intentaron suicidarse. Todas tragaron botellas de pastillas de Tylenol y luego dijeron que se sentían mal por cómo lo habían tratado.

Cuando empezaron las vacaciones de invierno y los alumnos tuvieron que volver a sus respectivas casas, Ray manipuló a Isabella para que no fuera. Él le dijo y convenció a Isabella de que había sido abusada sexualmente cuando era niña. Así que Ray pasó las vacaciones de invierno con Isabella, Talia y su novio en un apartamento de un dormitorio que pertenecía a un amigo suyo, al cual a veces involucraba en los juegos sexuales que tenían. El novio de Talia terminó con ella tan pronto como terminaron las vacaciones de invierno para que pudiera alejarse de Ray.

Una instantánea de un vídeo grabada por Claudia

Algunos de estas personas acabaron realmente mal, como Claudia, que acabó internada en un centro mental. Otros tuvieron problemas de adicción a sustancias ilegales, y otros acabaron como personas sin hogar. Por supuesto, la universidad no sabía que Ray estaba viviendo allí, criticando su política de invitados y dañando su reputación por lo que había pasado en su campus.

Todo esto, por supuesto, acabó en una larga batalla judicial entre Ray y muchos de los alumnos de la universidad afectados. Sin embargo fue "literalmente imposible" para los psicólogos evaluarle, porque "puede controlar casi cualquier situación en la que se encuentre, incluida una entrevista psicológica con un examinador forense, sin importar la experiencia que tenga el examinador".

Talia ahora vive con el padrastro de su padre en Carolina del Norte. Ella ha dicho que su madre, Teresa, la golpeó y abusó sexualmente de ella, afirmaciones que se encontraron falsas en el tribunal de familia. Según dicen sus amigos, a Talia le ha lavado el cerebro su padre para que piense que fue abusada por su madre desde muy temprana edad.

Muchos de los estudiantes con los que Ray vivió tenían problemas, incluyendo depresión y malas rupturas. De lo que sin duda, se aprovechó, ya que eran vulnerables.Los típicos estudiantes de Sarah Lawrence son un grupo artístico de introvertidos con buenas notas. ("Somos diferentes, tú también", dice uno de los lemas de la escuela, además.

Esta es la historia del culto que rompió la vida de varios jóvenes, y que Lawrence Ray, todo un manipulador, creó.

Como última curiosidad, se quiere adaptar esta historia al cine, o como serie. Quizás lo veamos en algún momento por la pequeña o la gran pantalla.
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