Creepypastas de navidad

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Cuatro creepypastas de temática navideña, para estas fiestas. 
Feliz navidad...




-Navidad sin regalos

Cuando desperté esta mañana, encontré la casa vacía. Esto era muy extraño. Dudaba mucho que mi familia se fuera a la casa de mi tía sin mí en Navidad. Algo no estaba bien. Todas las fotografías mías que estaban puestas por la casa habían desaparecido, las demás fotos seguían ahí. Pero lo más raro era el hecho de que no había ningún regalo bajo el árbol, cuando justo la noche anterior se habían colocado meticulosamente para que mi hermanita pensara que santa los había traído.

¿Qué demonios?, pensé para mis adentros, todo se ha ido, ¡incluso la basura que le había comprado a mis padres! 

Entonces oí un extraño ruido gutural que me hizo prácticamente saltar. Giré mi cabeza y logré ver que era mi perra gruñendo. Me vio con miedo, como si fuera un enemigo o algo así. Se quedó mirándome, sus ojos notaban que estaba horrorizada, mientras continuaba gruñéndome. Cuando intenté acercarme a ella salió corriendo al otro cuarto lo más rápido que pudo. Dejó una gran meada en la alfombra.

"Mierda", dije en voz baja, "algo definitivamente no anda bien". 

Revisé la casa para comprobar que todo estaba hecho un desastre. Las sillas y las mesas estaban volteadas, las lámparas, rotas. Parecía que un tornado o algo así había pasado por ahí. Me sentía hecho una mierda... creo que una buena analogía de cómo me sentía sería que me encontraba igual que el estado de la casa. Me sentía como si me hubiera atropellado un camión, y uno grande. 

Fui al baño a lavarme la cara y un fuerte olor a cigarro y alcohol barato llenó la atmósfera. No sabía que pasaba. Me vi en el espejo y parecía un zombie, estaba blanco como la leche y tenía muchas ojeras. Mis pupilas estaban tan dilatadas que parecía que mis ojos eran negros en lugar de cafés. Estaba desconcertado.

Comencé a inspeccionar la casa en busca de pistas. Mientras buscaba encontré que la ropa formal de los demás faltaba, no debería ser raro, ya que la gente generalmente se viste bien en las celebraciones, pero por alguna razón me dio mala espina.

Al ver por la ventana me di cuenta que el Cadilac negro de mi padre no estaba estacionado, tampoco el carro de mamá. Estaba enojado de que me dejaran caminando, la casa de mi tía estaba cerca de ahí, pero igual se me hizo muy grosero. 

Me puse mi chamarra, ya que hacía frío afuera, algo de esperarse en diciembre en Boston. Salí con cuidado, silenciosamente para no asustar más a mi perra de lo que ya estaba.
Había una gran masa de gente congregada en una intersección de calles a tres cuadras de mi casa. No pude ver mucho, pero parecía un gran accidente. Un idiota en un carro negro se había estrellado en una casa de dos pisos, había entrado hasta la condenada sala.

Como no me gusta el morbo, aún estando preocupado por los posibles lesionados, seguí caminando. Nada estuvo fuera de lo ordinario. Solamente mis vecinos saludándome con una palmada en la espalda, el típico "saludo bostoniano".

Llegué a la casa de mi tía dos horas después de haber dejado mi casa. Sí, me tomé mi tiempo. Toqué y nadie me abría. Revisé por la ventana y alcancé a ver a varios familiares, mi familia nuclear incluído, sentada al rededor de mi casa. Me enojé mucho, quería meterme Luego noté que todos se veían algo tristes. Todos estaban vestidos de negro, incluso los fans de los feos suéteres navideños. Entonces se me fue quitando el enojo y decidí entrar tranquilamente mejor. La puerta estaba abierta.

En cuanto crucé el umbral de la puerta, una luz fuerte me encandiló. Luego todo se puso negro.

Cuando desperté, salí de mi cuarto y todavía no había nada bajo el árbol. Los dos carros seguían sin estar. No entendía porqué mis padres habían llevado nuevo a casa y me volvieran a dejar para irse de nuevo a la casa de mi tía. Decidí regresar.

Me volví a poner mi chamarra y salí de la casa. Me acordé del accidente tres cuadras y decidí no ser una nena esta vez y revisar. Ahora toda la gente ya no estaba, solamente dos patrullas a cada lado del carro estrellado. Me ranstornó ver que ninguno de los policías que estaban dentro de ellas se dio cuenta de mi presencia, aún estando enseguida de ellos. 

Aproveché que los policías no me miraban para revisar dentro del carro chocado. No iba a permitirme voltear para ptro lado, incluso si me dieran ganas de vomitar. Estaba horrorizado de ver a un sangriendo cadáver que se veía igual que yo, descalabrado en el tablero de carro. La sangre seguía corriendo por su frente. Sus manos seguían aferradas al volante y una mirada de horror seguía en su rostro. La hermosura del rigor mortis en todo su esplendor.

En la distancia, vi como se acercaba una ambulancia con la alama puesta se acercaba al carro. Corrí para alejarme del auto, solo para chocarme con una insignia de cadillac. La ambulancia seguía acercándose. Le grité a los policias pero ninguno me hizo caso. Busqué piedras en el jardín de la casa y comencé a tirarlas a las patrullas. Los policías de repente se levantaron por el ruido y voltearon a verme con una cara extrañada y se voltearon como si no me hubieran visto y se pusieron a comer donas.

Corrí tan rápido como pude, pero solo pude avanzar unos metros antes de tropezarme con algo. Volví a encandilarme con una fuerte luz, como la vez en la casa de mi tía.

Todo me vino en un flash. Un embotellamiento. Pasarme los altos, preocupado de llegar tarde, solo para terminar chocando de frente con una camioneta. Cubriendo mi cara del vidrio cortado con mis manos. Tratando desesperadamente de volver a tener el control del auto. Atravesando la pared de una casa. Estrellándome contra el tablero del carro. Y finalmente, ahogarme con mi propia sangre hasta que llenó mis pulmones.

Cuando desperté esta tarde, la casa estaba vacía. Esto era extraño. Dudaba que mi familia me hubiera dejado dormido mientras se fueron a casa de mi tía por navidad. Algo no estaba bien. Todas las fotografías mías no estaban, pero las demás seguían ahí. También se me hizo raro que no había regalos, cuando justo anoche se habían puesto meticulosamente bajo el árbol.


-Navidad en el hotel

Nunca pude dormir bien en los hoteles. Supongo que es algo así como un eufemismo; nunca pude dormir bien en general, pero los hoteles eran los peores.
Sólo la idea de que el anterior ocupante de esta cama es un completo extraño era repulsiva en mi mente, pero eso no viene al caso.
Lo que quiero decir es cómo esta falta de sueño en los hoteles me cambió la vida. Navidad, estábamos pasando la Navidad en un hotel de mierda, y no con la familia, excelente.
No me malinterpreten, no es que no me guste todo lo que puedas comer en el buffet, patatas fritas, empapadas y sémola para la cena de Nochebuena.
Por supuesto, la primera nevada de la temporada tuvo que cancelar nuestro vuelo a Virginia. Era la víspera de Navidad y yo estaba tratando de dormir en esta habitación saturada de lejía; mi mente pensaba qué ha pasado aquí para causar tal cantidad excesiva de cloro.
La habitación no era nada fuera de lo normal: dos camas, una para mí y mi padre y otro para mi hermana y mi madre, un baño, y un microondas manchado que parecía en necesidad de una buena limpieza de polvo. De alguna manera conseguí dormirme y me sumí en un sueño sin sueños. Al despertar, me di cuenta de que era temprano por la mañana, mi padre estaba junto a mí roncando y por lo general se despierta antes de las 4 de la mañana.
Fue entonces cuando me di cuenta, es Navidad, y yo estaba a punto de dejar que esta mala fortuna arruinara mi fiesta favorita.
Mirando a través de la cama en el reloj para ver la hora es cuando me di cuenta de una silueta de un hombre de unos 6'3 pies de altura mirando a mi madre a través de la habitación. Todavía medio dormido y atrapado en el momento no pude evitar pensar en Papá Noel.
Me di cuenta de lo estúpido que era el pensamiento y el horror pronto llenó mi cabeza, me contuve un grito. Yo sabía que no podía dejar que me vea despierto así que tranquilamente puse mi cabeza hacia abajo fingiendo dormir. Mi mente estaba corriendo, alguien estaba en mi habitación y yo no podía hacer nada, estaba escuálido para dieciséis años de edad, ese hombre parecía un buey.
Me preguntaba si podía despertar a mi padre, pero yo sabía que no iba a funcionar, se durmió como un tronco, un cubo de agua no podía conseguirlo lo suficientemente rápido. Estaba prácticamente en lágrimas, nunca me había sentido tan impotente. Por segunda vez me ahogué un grito. Estaba de pie junto a mí, yo podía sentir y escuchar su respiración en mi rostro; olía como si hubiera estado comiendo carne podrida desde hace una semana. Si él no sabía que yo estaba despierto seguramente lo hizo ahora, al ver mi rostro contraído por el miedo.
La respiración se detuvo y no pude evitar un suspiro de alivio, me he pateado a mí mismo, pero no había necesidad, oí la puerta de la habitación abrirse y cerrarse. Me levanté. Nada en la habitación estaba en desorden y mi familia seguía durmiendo. Eso no podría haber sido un sueño, yo no podría haberlo imaginado. Finalmente abrí la puerta para asomarme.
Echando un vistazo a la puerta con el fin de memorizar el número de habitación vi una gigantesca "X" pintada con spray negro en la puerta. Si yo hubiera visto esto sin la experiencia previa probablemente hubiera pensado que era tan sólo unos niños estúpidos, yo sabía, pero no lo suficiente, lo que era.
Mi corazón dio un vuelco, allí estaba, dando vuelta la esquina al final del pasillo, '¿Por qué estoy haciendo esto?' Le seguí hasta el aparcamiento, que estaba a la vista, en un momento estaba saliendo del vestíbulo, y al siguiente ya se ha ido. Al darme cuenta de lo frío que se está fuera en pijama, regresé al vestíbulo. No había nadie alrededor, extraño, podría jurar que había un conserje de noche.
La adrenalina desapareció y me di cuenta de lo estúpido de mis acciones, él me podría haber matado. Me maldije al subir las escaleras. Sabía que algo estaba mal cuando llegué a mi piso. La puerta de mi habitación estaba abierta, yo no la había dejado de esa manera, ¿verdad?
Entré y después de una búsqueda rápida por la habitación me propuse a lo seguro y mi familia estaba todavía dormida. Cerré la puerta y volví a la cama a pesar de que no pude dormir por el resto de la noche. He escuchado a mi padre levantarse y finalmente mi madre la siguió pero todavía fingía dormir.
Pocas horas pasaron y mis padres, mi hermana y yo, nos metimos en el coche y nos dirigimos de vuelta al aeropuerto. Cuando metí la mano en mi bolsa para coger mi iPod me llevó a la conclusión de algo que no había estado allí el día anterior.
Una nota que simplemente tenía las cinco palabras que aún me hacían pensar en el dia de hoy: "Yo sabía que estabas despierto." Ya han pasado dos meses desde la experiencia del hotel, todavía estoy asustado por mi vida y se agrava cada día. Esa nota que encontré no era la única; sigo recibiendo más.
-Santa Claus

En la mañana del día de Navidad, la familia Rogers se descubrió brutalmente asesinados en su hogar. La policía fue alertada por los vecinos, los Taylor, que escucharon un grito proveniente de la residencia Rogers. El siguiente diario fue encontrado debajo de la mesa del comedor, escrito en lo que parece ser la letra de su hijo de 12 años de edad, Andrew:
"23:42 sábado 24 de diciembre de 2011: Sé que mi mamá me dijo que fuera a dormir, o Papá Noel no vendrá, pero yo no quiero escuchar. Quiero verlo en persona, conseguir su autógrafo, etc. Estoy en mi cuarto ahora mismo, pero cuando llegue la medianoche, voy a esconderme debajo de la mesa del comedor y el replanteo del árbol. No puedo esperar para demostrar a todos mis amigos que de verdad he visto a Santa!"
"12:04a.m. domingo 25 de diciembre de 2011: Estoy fuera ahora mismo, escondido bajo la mesa del comedor.Estoy escribiendo esto a la tenue luz del árbol de Navidad. Esperando. Observando. Lo único que me mantiene despierto en estos momentos es la motivación para ver a Santa.
"12:05a.m. domingo 25 de diciembre de 2011: Parece que mis amigos tenían razón. Veo a mis padres que salen de sus habitaciones y vienen caminando hacia el árbol.
Por fin han llegado a este extremo de la casa. Caminaron muy lentamente por alguna razón. Espere. Tengo una mirada más cercana a los "regalos" en sus manos. No son regalos. Son armas. Mi madre lleva un hierro 9 y mi papá está sosteniendo una escopeta de dos cañones. ¿Por qué iban a venir a el árbol en el medio de la noche, portando armas?"
"12:07a.m. domingo 25 de diciembre de 2011: Ya lo he descubierto. Deben estar jalonando el árbol también! Supongo que los padres hacen esto cada Navidad, por lo que puedo ver a Santa y darle la bienvenida! Las armas, sin embargo no he descubierto para que las quieren todavía. Tengo que escribir un poco a la vez, porque mi lápiz hace mucho ruido, y mis padres son muy cuidadosos de su entorno.
Estoy empezando a ver pequeños destellos negros por el rabillo de mi ojo. Es probable que sólo sea mi perro. Eso explicaría por qué sigo sintiendo algo como un cepillado en mi pie."
"12:10a.m. domingo 25 de diciembre de 2011: voy a dejar de escribir ahora, porque mi lápiz no tiene punta y no tengo un afilador o un lápiz adicional conmigo. Todavía estoy al acecho, sin ser detectado, debajo de la mesa, vigilando el árbol con mis padres. Esto está tomando mucho tiempo.
Me estoy volviendo loco ahora. No recuerdo ni siquiera tener un perro, porque yo no tengo uno. Tengo miedo, y mis padres parece que también, porque se están sacudiendo en estos momentos.
Oh, Dios mío. Alguien entró por la chimenea. No, algo. Definitivamente, no es humano. Es una figura de slenderman, es alto, totalmente negro, y tiene tentáculos que brotan de su espalda. Tiene una cara, pero me gustaría que no la tuviera. Tiene brillantes ojos rojos y negros y una enorme sobres boca negra en el resto de su cara. Mi madre empezó a darle con el hierro 9, pero la criatura lo chupó. Mi padre empezó a disparar contra él, y las balas arrancaron trozos de su carne. La carne sólo volvió a crecer.
Todo el infierno se desató en esta casa. Mi papá y mi mamá y tendido en el suelo inconsciente, perdiendo sangre de sus cráneos. La criatura no me está mirando a mí pero creo que me escribiendo esto de manera rápida , "ayudaaaaaa"
Las siguientes páginas fueron quemadas, y todo lo que pudimos salvar eran una masa ininteligible de sangre y revueltos de letras. Hubo una frase rescatable del resto del diario. Tres palabras en negrita escritas con sangre:
"Eres el siguiente"
Nos despedimos como una amenaza hueca del asesino. Es definitivamente algo para asustar a los analistas forenses.
Eso esperas, ¿eh?

-Krampus

La antítesis siniestra de San Nicolás es el Krampus, ambos hacen presencia el 6 de diciembre, San Nicolás para premiar a los niños buenos con regalos y caramelos y el Krampus para castigar a los niños que San Nicolás no visita. Este malvado personaje atormenta a los niños hasta conseguir que se arrepientan, los que no lo hacen son capturados y llevados en una cesta hasta el Infierno. 

En Austria, durante el día de San Nicolás, llamado también la noche de Krampus “Krampusnacht”, muchos adultos vestidos de esta criatura comienzan un antiguo ritual conocido hasta el presente como la "Carrera del Krampus", en el que los disfrazados portan antorchas y se abren paso por las calles asustando y fustigando con ramas secas a mayores y niños.

Esta popular práctica europea sucede usualmente durante el solsticio de invierno. Lo más importante son las máscaras, las cuales añaden drama para jugar a ser la mítica criatura. Los artesanos y aficionados las elaboran con anticipación y esfuerzo, usando como material principal madera policromada que decoran con símbolos, visten pieles de cordero y cuernos. Portan objetos como cadenas, bengalas para hacer fuego y un cesto para hacer el espectáculo más real. Hay que resaltar que este disfraz pesa cerca de 40 kilos, sin embargo los Krampus locales no paran de moverse y asustar al público. El final del evento sucede cuando aparece San Nicolás, momento en que los Krampus lanzan sus máscaras al suelo simbolizando el triunfo de la luz sobre la oscuridad.

En el folclore croata el Krampus es la representación de los malos espíritus y el campeón de las tinieblas. La relación entre San Nicolás y Krampus es una analogía de la eterna lucha entre el bien y el mal.



Ejemplo de desfile.



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