La teletransportación de Gil Pérez

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En la ficción, los viajes en el tiempo y la teletransportación son arcos argumentales comunes. Es un concepto fascinante, especialmente porque parece algo completamente imposible. En muchas ocasiones, sin embargo, la verdad supera a la ficción. 

Tomemos, por ejemplo, el incidente de Moberly-Jourdain, en el que dos mujeres, Charlotte Anne Moberly y Eleanor Jourdain, afirmaron haber viajado en el tiempo mientras visitaban el Palacio de Versalles en 1901. La historia cuenta que, después de perderse mientras caminaban por los jardines para el Petit Trianon, las dos notaron que todo parecía fuera de lo común, como si estuvieran en un cuadro viviente. Incluso afirmaron haberse encontrado con María Antonieta, insinuando que habían experimentado algo inquietante y que habían viajado en el tiempo hasta el siglo XVIII. 

Aunque el incidente ha sido desacreditado repetidamente y etiquetado como un engaño, todavía es algo en lo que pensar. Si bien el incidente de Moberly-Jourdain sigue siendo una de las leyendas urbanas sobrenaturales más conocidas, años antes, se produjo el misterioso caso del soldado español Gil Pérez, quien supuestamente se teletransportó de Manila a México en el siglo XVI. 


Gil Pérez fue un soldado español durante los primeros años del dominio español en Filipinas. Como miembro de la Guardia Civil, trabajó para el Gobernador General como guardia de palacio. Un día, sin embargo, en octubre de 1593, el séptimo gobernador general Gómez Pérez Dasmariñas fue asesinado por piratas chinos durante una expedición a las Molucas. 

La muerte de Dasmariñas provocó un momento bastante agitado considerando que no se había decidido por un sucesor, con varios españoles destacados compitiendo por el puesto. En condiciones tan tensas, Pérez custodiaba el palacio cuando, según los informes, comenzó a sentirse mareado y exhausto. Luego se apoyó contra la pared y se quedó dormido por unos segundos, pero cuando abrió los ojos se sorprendió al ver que estaba en un lugar completamente diferente. 

Cuando le preguntó a un transeúnte dónde estaba, le dijeron que estaba en la Plaza Mayor (ahora conocida como Zócalo) en la Ciudad de México. Pronto, los guardias de Nueva España se enteraron de Pérez gracias a sus afirmaciones y su extraño uniforme de Manila. Fue llevado ante las autoridades, incluido el virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, a cuyo palacio fue transportado. 

Vista de la Plaza Mayor

Aunque comprensiblemente sorprendido, Pérez logró responder a todas sus preguntas con gran detalle, incluido el asesinato de  Dasmariñas, que, dado que solo había ocurrido la noche anterior, no se probaría hasta meses después. Si bien el virrey estaba complacido con las explicaciones de Pérez, solo era hora de que los funcionarios religiosos se involucraran. Fue entregado al Santo Oficio de la Inquisición, comúnmente conocido como la Inquisición española, para más interrogatorios. 

De México, fue llevado a Santo Domingo en el Caribe, donde fue encarcelado por deserción y por ser un "siervo del diablo". Como soldado leal y condecorado, Pérez tomó todo con calma y cooperó con las autoridades. Incluso se dijo que prefería estar en la cárcel a luchar contra los hombres de la selva de Filipinas. 

Gil en su celda [fuente]

Finalmente, se descubrió que era un cristiano devoto y, junto con su buena conducta, no fue acusado de ningún delito. Pero aún así, las autoridades no sabían qué hacer con la situación única y lo mantuvieron encarcelado hasta que llegaron a una decisión sólida. 

Un día, un galeón español llegó a Acapulco para revelar que todas las afirmaciones de Pérez sobre el Gobernador General eran ciertas. Lo llamaron a México, donde algunos de los pasajeros incluso lo reconocieron como guardia de palacio. Con esto, fue liberado y enviado de regreso en el siguiente barco a Manila.

Ahora lo importante. ¿Podemos creer esto? Evidentemente no.

La historia ha sido referida a través de los siglos por escritores, sobretodo estadounidenses. En algún momento Thomas Allibone Janvier reescribió la historia como la "Leyenda del Espectro Viviente" en la edición de 1908 de Harper's Magazine, nombrando al soldado Gil Pérez. Además la historia formaba parte de una serie titulada "Leyendas de la Ciudad de México", publicada en un volumen completo en 1910. Janvier advierte entonces que los motivos similares son comunes en el folclore.

La historia de Janvier de 1908 se basaba, a su vez, en una versión española del folclorista mexicano Luis González Obregón publicada en 1900: "México viejo: noticias históricas, tradiciones, leyendas y costumbres", bajo el título de "Un aparecido". Obregón se basa a su vez en una narración de 1698 (100 años después del supuesto suceso) contada por Fray Gaspar de San Agustín a raíz de la conquista española de las Filipinas, el cual recuenta la historia como un hecho (este es el primerísimo origen de esta historia). San Agustín no da nombre al soldado pero si escribe el hecho como un suceso de brujería y prácticas satánicas.

La historia de la persona que se teletransporta a otro lugar del mundo ha sido repetida en algunas ocasiones y es un recurso muy usado en leyendas. En 2016, un hombre del Reino Unido sin pasaporte, sin entrada a Argentina ni a ningún otro país sudamericano, emprendió un corto viaje en automóvil hasta la casa de su madre en Inglaterra y terminó en Tierra del Fuego, Argentina, solo un par de horas después. Al parecer recordó haber detenido el auto, luego, al minuto siguiente, estaba en las montañas y hacía mucho frío. Esto surgió del testimonio de un supuesto policía argentino.

Investigadores de lo paranormal del siglo XX que dan credibilidad a lo sucedido han dado explicaciones como que se trataría de un caso de teleportación o abducción alienígena. Pero ¿quién podría creer en algo que pasó hace siglos atrás sin ninguna evidencia?

Desde entonces, la historia de Pérez se ha convertido en leyenda. La historia puede parecer descabellada pero, siglos después, la gente todavía intenta explicarla, sin éxito, claro, porque es imposible de explicar.

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5 Comentarios
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  1. Parece un caso de efecto Moebius, eso pasa con relativa frecuencia debido a una erupción electromagnética en el ambiente lo que sobrecarga un espacio por unos segundos solo hay que estar en el momento y lugar correcto.
    (Probabilidad de 1 en un millón o 1 en mil en caso de que estés en el metro de la CDMX, el metro londinense o el de NY solo que ahí no le dan tanta importancia)

    Por alguna razón el subterráneo hace que los pulsos magnéticos propios del núcleo terrestre se combinen con nuestra propia vibración y la de el transporte en cuestión ya que en las vías circula bastante electricidad de forma continua y todo eso choca con los pequeños túneles que hay entre cada estación lo que sobrecarga y distorsiona el espacio momentáneamente.

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    1. Eso como explica la teletransportación de un punto a otro del mundo?

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  2. Se que este caso es algo muy repetitivo pero puedes hablar de la conspiracion de balenciaga?

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