El general japonés Tomoyuki Yamashita (1885-1946) enterró en el territorio Filipino en más de ciento cincuenta lugares diferentes el año 1945 al termino de la Segunda Guerra Mundial cuyo valor en dólares asciende en la actualidad en más de cien mil millones de dólares $ 100.000.000.000 en oro, plata, piedras preciosas, antigüedades chinas y obras de arte capturados por Yamashita en todos los Museos, Iglesias y templos de las zonas en que invadió durante su campaña de Malasia, Singapur, Birmania y Filipinas durante los años 1942-45.
Este general trasportaba sus riquezas en camiones que llevaba siempre adonde él iba hasta que finalmente se estableció en Filipinas. Luego de las explosiones de las bombas atómicas lanzadas por el bombardero estadounidense Enola Gay, el emperador Hirohito ordenó a Yamashita que se rindiera ante los estadounidenses: El obedeció y sin saber que hacer con su gran tesoro, lo enterró 150 lugares diferentes.
Después de recibir la orden de entregarse, les ordenó a unos Kamikazes que se lanzaran contra las tropas americanas en un último esfuerzo para el emperador.
Los estadounidenses lo juzgaron como criminal de guerra y lo colgaron en un árbol de mango. Hace unos años que unos buscadores de metales con un detector de metales encontró uno de los 150 paquetes que hay enterrados en todo el territorio Filipino valorado en unos 66.000 millones de pesetas, aun quedan esparcidos por todo Filipinas unos 149 paquetes mas semejantes.
Algunos dicen que los norteamericanos lograron que Yamashita les diga las ubicaciones de los tesoros para usar esos fondos en la lucha contra el comunismo.
Otros, dicen que un ex – dictador filipino se lo llevó en infinidad de camiones. Hay varias hipótesis pero ninguna está comprobada. Incluso hay quienes dicen que todo esto es fruto de la imaginación de los "cazadores de tesoros".
Yamashita
Esta se trata de una clásica leyenda urbana sobre el "tesoro escondido", con lo cual mucha gente anda buscando desesperadamente desde hace años.
En marzo de 1988, un cazador de tesoros filipino llamada Rogelio Roxas presentó una demanda en el estado de Hawaii contra el ex presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos y su esposa Imelda Marcos por robo y abuso de derechos humanos. Roxas afirmó que en la ciudad de Baguio , en 1961 se encontró con el hijo de un ex miembro del ejército japonés que se le asignó esconder la ubicación del legendario tesoro de Yamashita. Roxas reivindica un segundo hombre, que sirvió como intérprete de Yamashita durante la Segunda Guerra Mundial , le dijo de visitar una cámara subterránea allí donde se guardaban los depósitos de oro y plata, y que habló de un Buda de oro.
Roxas afirmó que en los próximos años formó un grupo para buscar el tesoro, y en 1971, Roxas afirmó que él y su grupo descubrió una cámara cerrada en tierras estatales cerca de la ciudad de Baguio donde encontró bayonetas, espadas de samurai, radios y restos de esqueletos vestidos con un japonés uniforme militar. También se encuentró en la cámara un Buda de color dorado y numerosas cajas apiladas. Afirmó que abrió una de las cajas y la encontró llena de oro en lingotes. Dijo que tomó de la cámara el Buda de oro, que se estima que pesa 1.000 kilogramos, y una caja con veinticuatro barras de oro, y los ocultó en su casa.
Roxas con el Buda
Afirmó que volvió a sellar la cámara. Roxas dijo que luego vendió siete de las barras de oro de la caja abierta, y buscó compradores potenciales para el Buda de oro. Dos individuos que representan a los posibles compradores fueron a ver el metal en el Buda, Roxas dijo, e informó que estaba hecha de sólidos 20 quilates de oro. Fue poco después de esto, que Roxas afirmó, que el presidente Ferdinand Marcos conoció del descubrimiento de Roxas y le confiscaron el Buda. Debido a esto, el buscador de tesoros fue encarcelado durante más de un año.
Ferdinand Marcos, el presidente de Filipinas en esa época
Tras su liberación, Roxas puso sus reclamaciones contra Marcos en suspenso hasta que Fernando perdió la presidencia en 1986. Roxas murió en la víspera del juicio, pero antes de su muerte, dio la deposición de testimonio que sería utilizado más adelante en evidencia. En 1998, el Tribunal Supremo de Hawaii sostuvo que no había pruebas suficientes para apoyar la conclusión del jurado de que Roxas encontró el tesoro y que Marcos se lo robó. Tras la muerte de ambos, el Buda sigue escondido en algún lugar, y los túneles que Roxas descubrió, al parecer ya fueron saqueados por el presidente en algún momento del tiempo.
En noviembre de 2002, una persona murió y otras cuatro resultaron heridas en las cercanías de Córdoba, en la isla de Cebú (sur), cuando excavaban un túnel en busca del legendario potosí.
Un sketch supuestamente dejado por un soldado japonés
Un año más tarde, un grupo de personas desenterró 67 tumbas de un cementerio japonés en la ciudad de Davao, en Mindanao (sur).
No hace mucho empezó a sonar también por internet el nombre de Tran Van Tiep, un anciano vietnamita quien a los 99 años de edad se empeña en hallar un supuesto tesoro enterrado por los militares japoneses al terminar la Segunda Guerra Mundial en el sur de su país.
Tran Van comenzó a buscar el tesoro en 1957 y asegura que “no se morirá sin encontrarlo”, aunque en algún punto las autoridades dejarán de otorgarle el permiso para seguir la búsqueda. Cada año, Tiep renueva la licencia que le permite excavar en una montaña bajo la que cree, se encuentran enterradas 4 mil toneladas de oro y joyas por un valor de 200 mil millones de dólares, en la provincia de Binh Tuan.
Sus mayores hallazgos, hasta ahora, son una espada imperial japonesa con su vaina, una cachimba metálica partida, dinero japonés de la época y dos insignias militares niponas que desenterró en 1992.
Van Tiep
El anciano, quien dice poseer mapas que marcan la existencia del oro altamente secretos, dijo en entrevista al diario vietnamita Than Nien que desde hace más de 50 años lo visita, en sueños, un soldado japonés del más allá y le da instrucciones para hallar el tesoro...sin embargo en 2015 se le denegó el permiso para seguir buscando.
La historia podría perfectamente ser real, podría haberse escondido el tesoro, o no ser de tanto valor como se rumorea (lo más posible, a pesar del gran descubrimiento de Roxas que podría ser o no parte del tesoro Yamashita). Pero siempre hay escépticos, el profesor de la Universidad de las Filipinas Ricardo José ha puesto en duda la teoría de que el tesoro fuese transoprtado y enterrado en Filipinas: "En 1943 los japoneses ya no tenían el control de los mares ... No tiene sentido traer algo que aquí tan valioso cuando ya sabían que lo robarían los estadounidenses de todos modos. Lo más racional hubiera sido enviarlo a Taiwan o China."
Ambeth Ocampo, del Instituto Histórico Nacional de Filipinas comentó: "Lo que me hace pensar es que durante los últimos 50 años, a pesar de todos los buscadores de tesoros, sus mapas, testimonios orales y detectores de metales sofisticados, nadie ha encontrado una cosa ". Quizás, la mayor prueba de que no exista tal tesoro...
La teoría de conspiración más extendida sin embargo es que los americanos ya se llevaron el tesoro en secreto.
Existe una película sobre el tesoro, "Yamashita: The Tiger´s treasure (el tesoro del tigre)".