
«Era la época en la que Pokémon Corazón Oro y Alma Plata iban a salir al mercado y todo dos mis amigos ya tenían apartada una copia, con la que te llegaba una figurita de Hooh o Lugia, según el juego que ordenaras. Lo más seguro es que esos juegos iban a ser de los más vendidos para DS, y que era de los que no te podían faltar en tu colección.
Como el estudiante de universidad con poco presupuesto que era, no pude apartar el juego para conseguir la figura, ni siquiera pude comprarme el juego cuando salió. Así que esperé a fin de curso para pedirlo por Amazon.
Pero no quería esperar tanto tiempo, así que decidí volver a jugar mi cartucho de Pokémon Cristal. Busqué entre mis juegos de Game Boy, pero recordé que los habíamos vendido los juegos que ya no queríamos, para comprar el DS.
Sólo tenía mi Game Boy y algunos juegos buenos, pero ninguno de convencía. Tenía Pokémon Diamante, pero tenía ganas de jugar desde el principio, pero no quería borrar mi juego cuando iba tan avanzado. Mis amigos me recomendaron bajar el juego para emulador, pero como compartía computadora con mi hermano, no podía descargar nada.
Entonces recordé que en Gamestop vendían juegos usados, así que fui al mall. No tenían Cristal, sólo una copia de Ruby, que no me interesó mucho, porque no me gustó tanto que no estuviera tan difícil pasarlo.
Ya cuando casi me estaba por ir, vi que tenían una copia de Pokémon Plata, que era prácticamente lo mismo que cristal, excepto por las mejoras que se agregaron después. Lo compré, a 5 dóllares, una ganga.
Llegué a mi apartamento y me puse a jugar. Aquí empiezan las cosas raras.
Primero, el logo de Game Freak, que salía, pero se congelaba allí, sin avanzar. Intenté varias veces reiniciar el juego, limpiar el cartucho soplando, incluso limpiando las entradas con alcohol y un cotonete, pero no salía de la pantalla de Game Freak.
Hasta que en un intento, la pantalla se puso en negro un momento, 5 segundos más o menos. Y aparecí directamente en la pantalla donde se elige si continuar o nuevo juego, no se podía mover el cursor para elegir este útimo, pero igual, por curiosidad, iba a ver hasta dónde llegó su antiguo usuario.
Y vaya que si avanzó. Su entrenador se llamaba «…», tenía las 16 medallas, 999999 dólares, 999 horas de juego y los 251 Pokémon registrados en la Pokédex, incluídos Mew y Celebi. O había usado trucos o ese tipo era el puto amo.
Me dirigí a mirar los Pokémon, porque debía tener un equipazo de cagarse, pero ¿qué me encuentro? 5 Unowns de nivel 5 y otro Pokémon. Ése último se llamaba «HURRY» (Date prisa). Los Unown describían entre todos la palabra «LEAVE» (Vete de aquí). «HURRY» resultaba ser un Cyndaquil de nivel 5. Con sólo 1 punto de vida restante y sólo conocía 2 ataques: Malicioso y destello. También era muy raro que ninguno de ésos Pokémon emitiese su grito característico, todos sonaban feo y fuera de lugar.
En cuanto a mi situación, parecía estar en Torre Bellsprout. Pero no había ni personajes, ni elementos, ni escaleras. Sólo una columna. Estuve un buen rato buscando una escalera, que resultaba estar tras la columna. Al bajar por ella. La pantalla estaba negra. Estaba cargándose? No, estaba en un sitio oscuro.
«Vale, HURRY tiene Destello. Vamos a usarlo», pensé. Me arrepentiré de esa decisión toda mi vida. La habitación estaba toda pintada de rojo sangre, y tenía un camino pintado de gris. Empezó a sonar música de mi Pokégear. La música de las Ruinas Alfa. Cada 20 pasos que daba por el camino gris, la habitación se oscurecía más, y más, y más. Hasta encontrarme con un cartel. Lo leí, ponía «TURN BACK NOW» (Da la vuelta ya). Apareció de repente un mensaje dándome a elegir SI o NO, sin pregunta previa.
Elegí SI, y sonó un ruido como de descenso de planta. Aparecí en otra planta oscura. Mandé a HURRY hacer Destello. Pero de repente aparece un mensaje: «HURRY está debilitado!» Si no estaba envenenado ni nada. Fui a revisar mi Pokémon. Los Unown habían cambiado. Ahora eran seis, todos eran de nivel 10, y sus formas describían la frase «HEDIED» (Ha muerto).
Para más acojone, la sala se iluminó, revelándose que no era más grande que 4 cuadrados, con una salida. Al salir me encontré con una hilera de tumbas, como las del Pokémon Rojo/Azul. No podía hacer nada por allí. Revisé de nuevo mi entrenador. Para no creerlo; A MI ENTRENADOR LE FALTABAN LOS BRAZOS Y, SEGÚN SU HISTORIAL, TENÍA 24 MEDALLAS. ¿Cómo coño podía tener 24 medallas si hay 16 gimnasios? Definitivamente, el creador de ese hack estaba enfermo.
Seguí paseando sin rumbo, hasta que a mi personaje le da por hacer la animación de la Cuerda Huída, pero descendía, hundiéndose en la tierra. Al reaparecer, su sprite estaba blanco. Mi entrenador no sólo estaba blanco como la nieve, sino que había perdido las piernas. Encima, parecía que de sus ojos llorase sangre. Además ahora tenía 32 medallas.
Cuando volví a revisar mis Pokémon, habían cambiado otra vez. Ahora tenía 5 Unowns, que juntos leían la palabra «DYING» (Muriendo). Y además ahora tenía un Celebi al nivel 100. A mi Celebi le faltaba una pierna, un brazo y un ojo. Y sólo tenía un ataque: Canción Perdida.
Volví al juego. Caminé al norte un buen rato. Apareció el entrenador Red. Al verme, iniciamos una batalla. La música de las Ruinas Alfa sonaba invertida. La imagen de Red era transparente y ponía «quiere luchar!» sin nombre. Él sacó un Pikachu de nivel 255 que parecía triste, con lágrimas en los ojos.
-Pikachu usó MALDICIÓN!
-Celebi usó Canción Perdida!
En tres turnos, los 2 Pokémon acabaron debilitados. Pero la batalla continuaba sin control. Los Pokémon revivieron. Mi Celebi se desmayó, pero en el texto puso: «Celebi ha muerto!». Pikachu usó antes de acabar: «CADENAS DEL DESTINO». «Pikachu ha muerto!».
Según el juego, yo gané. Mi personaje fue repentinamente decapitado. La batalla finalizó. Volviendo al mundo, mi personaje se había vuelto invisible. Reaparecí en mi habitación. Bajé las escaleras. Mi madre no estaba. Al salir por mi puerta, aparecí en un vacío negro. Justo en frente mío estaba el sprite de mi entrenador COMPLETO. Al acercarme a él me dijo: «Adiós para siempre.»
Aparecí en un puesto lleno de tumbas. Revisé mi estado. No había ni un cacho de mi entrenador. Me quedé a 0 medallas. Y las imágenes de los entrenadores habían sido sustituídos por calaveras. Mis Pokémon eran 6 Unown de nivel 25 que deletreaban «IMDEAD» (Estoy muerto). La habitación era una gran tumba. Apareció un texto que decía «R.I.P….»
Mi entrenador estaba muerto desde un principio, supongo. Fue incapaz de evitar la muerte. Ese estado que nos llega a todos un día u otro. Al poco me llegó el Pokémon Alma de Plata. ¡Vaya juegazo! Pero aún no me puedo quitar de la cabeza ese maldito hack. Decidí ir a quejarme a Gamestop. Probaron el juego delante de todos y corrió perfecto, sin rastro del hack. No puedo dejar de pensar en lo que ese deformado juego me enseñó.»
El video de la leyenda (obviamente es un hack):
[Vídeo: Pokémon Lost Silver Gameplay]
Pues, ¿Qué hay de cierto en esto? Desafortunadamente nada, solo es una historia más creepypasta que alguien creó. Luego se hizo el hack para revivir la leyenda. Así que es FALSO.
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